Si llega aplicarse, la medida, curiosamente, no se establecería en ninguna normativa de Tráfico. Se contempla incluir esta sanción dentro de la ley de prevención del tabaquismo, el mismo procedimiento que se ha empleado para prohibir que se fume en los trenes o en los autobuses.
Con esta iniciativa, Interior quiere reducir las distracciones al volante, que –según sus datos- causan el 27 por ciento de los accidentes mortales. A Sanidad también le gusta la propuesta, porque, como ha asegurado la responsable de esta cartera, Elena Salgado, “gran parte de los incendios han sido provocados por una colilla mal apagada lanzada desde un automóvil”.
Precisamente, el vicio de tirar la colilla por la ventanilla ya llevó a la prohibición de fumar en los coches allá por los años 20. Según recuerdan desde el Real Automóvil Club de España (RACE), estaba multado con cinco pesetas.
Voces en contraLas principales asociaciones de automovilistas de nuestro país se muestran muy contrarias a la medida. Los datos del Real Automóvil Club de Cataluña (RACC) –además- desmienten los argumentos del Gobierno. El RACC defiende un estudio realizado en EE.UU. en el año 2001 sobre distracciones que provocan accidentes de tráfico: fumar está en el 0,9 por ciento de los casos, muy por debajo de la fatiga (2 por ciento) o de hablar con los otros ocupantes (10 por ciento).
Por eso, desde el RACC se pide “a los responsables políticos que no lancen mensajes equívocos. Antes que fumar hay otras muchas cosas que distraen, como poner un CD, comer, beber o hablar con los ocupantes”.
Una opinión similar tienen en Automovilistas Europeos Asociados (AEA). Según su presidente, Mario Arnaldo, “para luchar contra las distracciones, sirve más enseñar a conducir seguro. No habría código para evitar todas las posibilidades de distracción al volante”.
Argumentos a favorLas aseguradoras británicas afirman que, tras el cinco por ciento de los accidentes, se esconde un conductor fumador. Las estadísticas que maneja la revista Atención Primaria (publicación que recoge los trabajos de investigación realizados por la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria) son aún peores: explican que los fumadores tienen el doble de accidentes que los no fumadores.
Encender o apagar un cigarrillo puede distraer nuestra atención; además, mientras fumamos, conducimos con una sola mano y se nos pueden irritar los ojos por el humo.
Pero hay más peligros: muchos creen que, aunque no fumen en ese momento, los conductores con ese hábito tienen más probabilidades de sufrir un accidente. Según aseguran, los fumadores sufren intoxicación crónica por monóxido de carbono, un gas que disminuye la visión nocturna.
Si circulamos a 100 km/h y encendemos un cigarrillo, habremos estado 3 segundos sin prestar atención a la carretera. ¡Habremos recorrido 81 metros sin mirar!
FUENTE:
http://motor.terra.es/motor/articulo/html/mot24617.htm